El Ingenuo y su mejor amiga

Un hombre recibe una llamada de su amiga del alma a la que hace unos meses que no ve. Ella quieren contarle sus problemas conyugales y decide aliviarlos echando un buen polvo con él. Descolgué el auricular como lo hago tantas veces durante el día. Y escucho una agradable voz que tenía tiempo de no oír, "Hola". Era Madga, mi mejor amiga . Después del consabido saludo entre ambos, escucho el motivo de su llamada: "Necesito verte pues no nos hemos visto desde hace varios meses y tengo tanto que platicarte". Noto un poco preocupada su voz, así que pregunté: "¿Pasa algo?, y me dices, "prefiero comentártelo en persona." . A lo que te respondí: "Ok, si quieres hoy en la tarde, ¿llevarás a tu bebé?. y me dices: " No, está con mi suegra y se quedará con ella hasta en la noche que lleguemos por él, además ella casi nunca lo ve, y ahorita está feliz con él, como vive fuera de Mexico". A lo que te dije: "Está mejor, así podremos platicar más a gusto. ¿Te parece bien en el mismo cafecito de siempre?". "Muy bien, a las 7:30 pm. Te veo ahí", "¿Puedes llegar en metro allá? No lleves tu carro. Yo después te doy un aventón de regreso.¿ok?"... "Muy bien, ahí nos vemos." Después de colgar estuve pensando qué sería lo que le pasaría. No dejaba de pensar inocentemente en su tono de voz, su preocupación, pero también los ratos que pasamos juntos platicando en plan sano, así fue hasta que ella se casó con un tipo atractivo pero muy mujeriego, del que quedó embarazada, y perdió su trabajo por culpa de las estúpidas políticas actuales de muchas empresas de correr a las mujeres que se embarazan que tienen poco tiempo trabajando. Así que saliendo de la oficina me dirigí a nuestro lugar de reunión: un pequeño café a espaldas de una tienda grande. Entré y ya estaba ella en una mesita del fondo. Debo reconocer que no la había visto en varios meses, así que la noté algo delgada, ya más madura pues pasa de los 35, pero singularmente hermosa y atractiva, diferente a muchas mujeres, siempre me gustó pero prefería conservarla como amiga, de hecho ella me lo hizo saber una vez que me atreví a decirle que quería que fuéramos algo más que amigos, me dijo que me quería como un hermano, así que no le insistí más sobre el asunto, Déjenme describirla: Ojos rasgados como japonesa, bajita de pelo negro piernas delgadas, manos pequeñas con las uñas cortas, un par de hermosos y grandes senos redondos, los cuales en una ocasión pude admirar sus pezones, pues no llevaba brassiere. Iba vestida con una blusa de colores satinada medio abierta, con una falda corta de lana que dejaba ver sus blancas y lisas piernas, pegada al cuerpo color morado al igual que el saco. Por lo que me acerqué y la saludé de beso con el mismo calor que si me hubiera ausentado media hora antes. Pedimos una bebida con licor y estuvimos charlando un ratito de trivialidades hasta que le pregunté si le pasaba algo malo, y me dijo que su marido varias cosas: que su marido es muy egoísta, que a veces no llega a su casa en la noche, que hacen el amor casi por compromiso, te platico esto porque a ti te tengo mucha confianza. etc. en suma ya después de 2 años de vivir juntos, él ya se empezaba a aburrir pues sé que ella tiene un carácter fuerte. Así que le dije que se tranquilizara, que a veces son así las parejas, además le recordé que para qué se casó con un tipo tan mujeriego etc... etc. Pedimos otra bebida igual y supongo ella necesitaba desahogarse, sacar lo que tenía por dentro. Se empezó a marear un poco, desabrocha su blusa y me susurra al oído: " Si supieras cómo me siento.", a lo que le dije: " me imagino". Pero o era yo muy ingenuo o muy inocente, pues no le capté de momento lo que me insinuaba. Me dice ya vámonos y pensé dentro de mí: "pero aún es temprano", pero como siempre he sido respetuoso pues simplemente pedí la cuenta y nos dirigimos a su carro. Como noté que se había mareado un poco le pregunto si puede manejar, y ella me dice. "Claro que sí, se exactamente a donde voy." así que subimos y nos vamos, ella no sé si a propósito al subir al auto se queda su falda más levantada dejándome ver sus hermosas piernas y casi me deja ver su sexo, se desabotona su blusa y pude ver casi medio seno, los cuales debo reconocer siempre me han gustado. Así que le digo: "¿En qué estación del metro me dejarás?", y ella me dice ya verás, pero hazme un favor deteniendo el auto, ponte un antifaz que tengo en la guantera que uso para poder dormir, descansa y no te lo quites, yo te diré cuando lleguemos." Así que inocentemente lo hice me puse el antifaz y no sabía a dónde nos dirigíamos, pero le tengo confianza, así que no le di mayor importancia. Pude advertir sin embargo que el recorrido era corto y que el auto subió algo así como una rampa y se detiene, a lo que pregunto: "¿ya llegamos?" y me dice: "Aun no, déjame echar gasolina", le digo: "déjame ayudarte, a lo que dice: "No, quédate aquí y No te quites el antifaz". Tardó no más de 3 minutos y sube de nuevo al carro, debo reconocer que se me hacía extraño lo que estaba pasando, pues nunca había actuado ella de esa forma, pero no le tenía desconfianza.. Pude advertir pese a no ver nada que el carro había entrado a algo así como un garaje, pues se había cerrado una puerta detrás de nosotros. Así que ya no pude más y le digo: ¿Qué pasa?, ¿en dónde estamos?. A lo que me dice: "tranquilízate, como tu me decías, yo te abriré la puerta y te llevaré a donde quiero que vayamos, pero aún no te quites el antifaz." A lo que accedí, aunque dentro de mí ya sentía cierta preocupación, pues yo sabía que no le caía bien a su marido. Abre con una llave una puerta, y me mete a una habitación, olía como a pino y había música ambiental, y me sienta en algo que creí era un sofá, pero muy suave, y le digo: "¿Qué pasó, ya me puedo quitar esto?, me dice: "Calma, sólo dame un minuto para ponerme más cómoda". "¿¿¿Más comoda???" , no te entiendo. Así que me dice: ya te lo puedes quitar. Me lo quito y cual sería mi sorpresa, estábamos en una habitación de un hotel, y estaba yo sentado en una amplia y cómoda cama, que tenía un enorme espejo en el techo. Pero lo que más me sorprendió fue verla a ella solo en ropa interior, llevando una tanga de encaje negro que me permitía ver a través de ella una amplia matita de vellos negros en forma de triángulo, medias oscuras con ligueros, además de un brassier negro semitransparente también de encaje, que me permitía apreciar sus enormes y hermosos senos, además de sus pezones oscuros, estaba regalándome la más encantadora de sus sonrisas. Así que un tanto impresionado y un mucho sorprendido le pregunto: "Pero ¿qué es lo que te está pasando?, ¿Para qué me has traído aquí?, ¿De qué se trata esto? ¿Por qué estás vestida así? ¿Quieres que tu marido se entere?. Se acerca a mí sensualmente y pone su mano en mi boca diciendo: "Tranquilo, no es necesario que te explique el por qué de mi actitud de hoy hacia ti, las palabras sobran querido". Al mismo tiempo que retira su mano y me besa suavemente en la boca, lo cual me agrada pues sus labios se sienten cálidos y húmedos y como nunca había estado con ella en ese plan pues solamente me dejé llevar por sus riendas. Me levanta y pone sus brazos alrededor de mi cintura mientras nos fundimos en cálido abrazo, sin dejar de besarnos lamiendo nuestras lenguas, cerrando los ojos, ahora siento que sus manos desabotonan mi camisa tratando de quitármela, lo logra y empieza a quitarme el cinturón desabotonando mi pantalón, me siento nuevamente en la cama para que ella pueda quitarme el pantalón y los zapatos, así que los dos quedamos en ropa interior. Llevaba yo un bikini así que continuamos con nuestro erótico juego pero ya acostados en la cama, delicadamente acaricié los pezones de ella que ya empezaban a endurecerse, mientras ella seguía acariciando mi pecho, recorriendo mis vellos con sus deditos. Ahora mis manos desabrochan su brasiere por detrás y dejan totalmente al descubierto sus enormes y lindas tetas que tanto me han atraído y que hasta hoy pudieron ser mías. Con avidez las empecé a saborear desde la punta de sus negros pezones con movimientos circulares de mi lengua, apretándolas suavemente, lo que le hizo producir unos gemidos a mi amiguita. Un gran rato me mantuve así saboreándolas, así que cuando sus gemidos aumentaban de volumen, dirigí una de mis manos hacia abajo y pude sentir algo de humedad a través de la tela transparente de su tanga. ¡Se había venido con sólo mis caricias a sus tetas! así que las dejé para al trato y empiezo a recorrer con mis labios su abdomen, hacia abajo, hasta llegar a su matita de musgo, la beso suavemente por fuera de la tanga y la empiezo a quitar suavemente mientras saboreo ese aroma a sexo tan cerca de mi cara. Ahora mis labios y mi lengua recorren esa mata de vellos lacios negros, los apartan suavemente de un lado a otro, peinándolos hasta que terminan mojados por la saliva de mi lengua... la cual ahora se desliza suavemente hacia abajo, encontrando ese pequeño botoncito rosa y mojadito que es su clítoris. Pequeñas lamidas a esa linda cabecita roja ponen a mi amiga a cien por hora que ya grita mas fuerte: ¡¡¡ AAAAHH!!!. mi lengua encuentra esos labios externos morenos abiertos y esos internos color rosa abiertos como pétalos y los saborean con frenesí, siento como ella arquea sus caderas dirigiéndolas hacia mí, como si quisiera que entrara toda mi cara dentro de ella. Súbitamente siento que me moja toda la cara, escurre líquido calientito y transparente hasta mi barbilla, lo bebo con avidez, está rico.¡¡¡Se ha venido nuevamente, ahora en mi cara!!! Alzo la cara para ver la cara de placer de mi amiguita, que está sonriendo y con los ojos en blanco. La vuelvo a besar con suavidad, ahora ella me besa desde mi pecho, recorriendo con la lengua mi abdomen, hasta ver mi bikini con una punta sobresaliendo como una tienda de campaña y me lo quita. dejando al descubierto mi miembro ya erecto, lo toma entre sus manitas, me lo masturba de arriba abajo, es evidente que lo quiere más duro y erecto de lo que ya está. Ahora con una mano me lo aprieta desde la base, mientras con la otra me acaricia mis huevitos, así que su carita se acerca a la cabeza de mi verga que ya está roja y dura y la empieza a saborear como si fuera una paleta rica. Siento su lengua recorrerlo desde abajo hasta arriba, me lame mis huevos, lo que me hace dar un suspiro prolongado. Ya me la tiene bien mojada de su saliva desde abajo hasta arriba, así que siento cómo ahora me la empieza a mamar, sacando y metiéndola de su boca, lo que me hace gritar como poseído: "¡¡¡AAAHH, ASIIII!!!. Mi miembro moreno y ancho está rojo en todo su esplendor y está a punto de salir la primer gotita de su jugo, pues ya lleva ella como 10 minutos que me la está mamando frenéticamente. Ella parece darse cuenta que ya no resisto más y suspende su actividad que ya me tiene sudando y con los ojos en blanco. Ahora se hace a un lado y busca su bolso de mano, saca una bolsita que inmediatamente veo que son condones, abre uno y sin decir nada sonríe y se dirige nuevamente a mi erecto miembro. Veo que ella pone la punta del condón en la cabeza de mi verga, acerca su boca y tomando con destreza las orillas del condón lo coloca de un jalón hasta la base de mi miembro, mientras se ha tragado completamente mi miembro en su garganta. Yo solo alcanzo a musitar: "¡¡¡AAAH, Madgita, Madgita!!!" Así que después de esto la beso nuevamente y la recuesto en la cama, lentamente abro sus lindas piernas, empiezo a juguetear con la punta de mi miembro por todos los labios de su panocha rica, acariciando el clítoris, moviéndolo hacia su culito que me lo enseñaba, morenito, cerradito, se estremecía al acariciarlo con la punta de mi verga, ahora sin dejar de moverlo de un lado a otro introduzco la cabeza de mi miembro suavemente en la entrada de su cuevita húmeda y calientita, pero la vuelvo a sacar una y otra vez, quiero que ella esté a mil por hora con este juego, ella ya me pide a gritos. "¡¡¡YAAA METEMELA TODA!!!". Sigo jugueteando con su rajadita de arriba abajo, a veces circularmente con la punta de mi verga cada vez metiéndola más, hasta que suavemente la introduzco hasta el fondo, siento que mis huevos chocan con sus nalgas. El placer que siento es indescriptible, sus labios se contraen y me la aprietan muy sabrosamente, no quisieran dejarla salir, la devoran, mmm, es cuando ya empiezo a moverme, mientras me acuesto encima de ella y la beso ardientemente, mientras me la bombeo, lentamente al principio y después más rápidamente. Ella mira arriba y sigue gritando, está viendo nuestra imagen reflejada en el espejo del techo, viendo como mis nalgas se mueven, a ratos mi verga sale completamente y entra de golpe hasta el fondo. Para no venirme, pues ya era mucha la presión que sentía. Ahora cambiamos de posición , ella se me monta y primero se acopla suavemente hasta el fondo, vuelve a mover sus caderas, dejándome ver el movimiento de sus hermosas tetotas de arriba a abajo y mi imagen reflejada en el espejo de la pared. Le digo que si ya está lista para que terminemos igual a lo que sólo obtengo respuesta un grito desgarrador: ¡¡¡SIIII!!! a lo que le digo quisiera venirme al natural "sin el condón, entre tus tetas", le digo... a lo que vuelvo a obtener como respuesta otro grito: ¡¡¡SIIII, MOJAMELAS TOODAS, Y ME LA VOY A TOMAAR!!!. dicho esto nos desacoplamos, ella me retira presurosa el condón de mi grueso miembro y me lo vuelve a mamar con frenesí durante unos minutos, entonces es cuando volvemos a cambiar de posición, ella se acuesta boca arriba y me la monto pero a la altura de sus tetas, ella las aprieta con ambas manos de manera que me aprietan sabrosamente mi miembro que ya está a punto de estallar, y comienzo a moverme frenéticamente de atrás para adelante, la punta de mi verga a ratos alcanza su lengua que me la saborea cuando le llega mientras con una de mis manos sigo masturbándole su empapada rajadita, metiendo y sacando rápidamente uno, dos o hasta tres dedos adentro. Como era de esperarse ya ha sido demasiado placer para poder contenerme más. Imagínense no había hecho el amor en muchos días, así que mi venida sobreviene en medio de un grito de placer, mirando arriba al espejo, pero aún no me doy cuenta cuanta lechita le eché, hasta que bajo la mirada y veo como he mojado todas las tetas de mi amiguita y hasta su boca, toda llena de cremita calientita que le escurre por las comisuras de los labios, ella la saborea con deleite y se lame las tetas y la cabeza de mi verga empapada en esa cremita calientita. hasta que me la deja brillante y limpia nuevamente, mientras sigue apretándomela con sus manitas para no dejar que se vuelva fláccida. Le doy un tierno beso mezclado con mi propia leche que siento que sabe salada y amarga, pero a estas alturas nos parece lo más natural entre los dos y nos recostamos el uno contra el otro abrazados y bañados en sudor y sexo durante un rato. Nos levantamos y nos dirigimos al baño que nos resulta relajante, ahí me puse a acariciar su espalda desde la base del cuello hasta sus nalguitas, y por el frente desde sus pecho acariciando sus senos, su vientre, su matita de musgo, ella me correspondió de igual forma enjabonando mi espalda, mis nalgas, mis piernas, y por el frente mi cuello, mi pecho, mi abdomen enjabonado con delicadeza mi ya flácido miembro y dándole un tierno besito, eso sí teniendo cuidado de no mojar su cabello, pues ella me decía que no quería mojárselo, pues así se darían cuenta a dónde habíamos ido. Nos vestimos como si ya estuviéramos acostumbrados el uno al otro, le puse sus medias con delicadeza, le abroché el brassier, no sin antes dar un tierno beso a ese par de enormes tetas que antes saboreé con verdadero deleite. Abordamos el auto y le pregunté: "¿Quieres que me ponga el antifaz nuevamente?, A lo que me dice sonriendo," creo que ya no es necesario." y nos reímos los dos. Me lleva a la estación de metro más cercana y nos despedimos con un tierno beso en la mejilla, como buenos amigos, que seguimos siendo... Por MADURO.